lunes, 14 de noviembre de 2011

Balones de las copas mundiales de la FIFA


Los Balones a lo largo de la historia de las copas mundiales de la FIFA.




2010 Sudáfrica

Jabulani is the Official Match Ball of the FIFA World Cup Southafrica 2010
Adidas Jabulani es balón oficial de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
No sólo los equipos tienen que calificar para la Copa Mundial, el balón oficial tuvo que someterse a todas las pruebas del Concepto de Calidad de la FIFA para balones de fútbol. Después de un examen cuidadoso, fue galardonado con el sello FIFA APPROVED.
Ahora estamos esperando a la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, donde adidas Jabulani desempeñará el papel principal y puede proporcionar muchos momentos emocionantes, en su calidad comprobada.

2006 Alemania

Se necesitaron más de tres años de minuciosa investigación y trabajo para presentar el balón +Teamgeist de adidas, el de mejor desempeño de todos los tiempos. Gracias a una revolucionaria composición de 14 piezas, los jugadores podían mostrar sus auténticas destrezas, ya que las características de calidad y desempeño eran idénticas cada vez que un jugador pateaba el balón.
El equipo de innovación de adidas probó rigurosamente el nuevo balón de la Copa Mundial de la FIFA 2006, primero bajo las condiciones de laboratorio más exigentes y luego también con profesionales y clubes sobre el terreno de juego. Se realizaron pruebas científicas junto con el Grupo de Investigación de Tecnología Deportiva de la Universidad de Loughborough, una institución líder en este campo en todo el mundo. Estas pruebas confirmaron que el adidas +Teamgeist era más redondo, preciso y consistente que ningún otro balón de fútbol hasta el momento.
Italia se hizo con su cuarta victoria al derrotar a Francia por tiros penales en la capital de Alemania, Berlín. Aunque perdurará en el recuerdo la imagen de la tarjeta roja que se impuso a Zinedine Zidane, el triunfo de Italia será recordado como un esfuerzo colectivo con diez jugadores distintos que lograron llegar a la meta al final de la competición.

2002 Corea/Japón

El balón de la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002 fue bautizado “Fevernova”. Este balón era el resultado de tres años de innovaciones aplicadas al "Tricolore" en el centro de investigación de adidas en Scheinfeld, al sur de Alemania. El balón fue creado con seis capas o recubrimientos a partir de una bolsa de látex natural en el centro, recubierta luego con tres capas tejidas, espuma sintética, una capa de poliuretano, una impresión protegida en iriodina y finalmente un recubrimiento de poliuretano transparente resistente a la fricción. El número de tríadas en el diseño se redujo a dos y estas dos grandes figuras se remataban en puntas curvas en el sentido horario. El diseño estaba hecho en gris, rojo y dorado. El color de fondo pasó de ser un blanco puro a un blanco con un toque de color champaña. Se suministraron más de 2,500 balones para la competición final y se estima que las ventas de balones y réplicas de buena calidad en el mundo entero alcanzó la cifra de seis millones.
La final enfrentó a los dos equipos representativos más exitosos de la Copa Mundial de la FIFA: Brasil y Alemania. Los dos goles de Ronaldo en el segundo tiempo otorgaron a Brasil la victoria y le convirtieron en pentacampeón; los fantasmas de la final de Francia 98 se disiparon definitivamente. La final se convirtió en un encarnizado duelo futbolístico, un choque de titanes, pero el toque extraordinario que Ronaldo impuso a la contienda marcó la diferencia entre los dos equipos enfrentados en Yokohama, Japón.

1998 Francia

El “Tricolore” utilizado en 1998 fue el primer balón a colores que se diseñó para una Copa Mundial de la FIFA. En sus tríadas se incorporaron símbolos de Francia, el país anfitrión, tales como el gallo, un tren de alta velocidad y una turbina.
El balón fue elaborado con un nuevo material; una espuma sintética que ofrecía una mejor compresión y mejores características de rebote inmediato que su antecesor. La espuma estaba hecha de microceldas rellenas de aire que distribuían homogéneamente el impacto al patear el balón.
Esta era la final que todos habían esperado. Los campeones mundiales contra la nación anfitriona. No obstante, una escuadra brasileña misteriosamente doblegada entró en la cancha y corrió el rumor de que la condición física de la estrella del Brasil, Ronaldo, no era la mejor.
Francia estaba resuelta a hacerse con el triunfo en su casa y lo logró fácilmente con dos goles de cabeza del que se convertiría en el Jugador Mundial de la FIFA, Zinedine Zidane.
Emmanuel Petit añadió una diana para dejar el marcador 3 a 0. Finalmente le sonreía la fortuna a Francia, la cuna de Jules Rimet, el creador de esta justa mundialista y la escuadra que no había corrido con suerte en las semifinales de 1982 y 1986, y el país celebró eufóricamente el triunfo aquella noche.

1994 EE UU

El balón de esta competición se llamó “Questra” haciendo alusión a la búsqueda de estrellas a la que se lanzó Estados Unidos. En las tríadas del balón se incluyeron estrellas. El balón fue creado y perfeccionado en Francia y probado concienzudamente con equipos y jugadores tanto en Europa como en Estados Unidos. El balón estaba hecho de cinco materiales diferentes y con un recubrimiento exterior durable y flexible de poliuretano.
Como en 1970, Brasil se enfrentó a Italia en la final. Brasil no logró romper la barrera defensiva de los italianos y también erró certeras posibilidades de gol. Roberto Baggio había sido la estrella de la artillería italiana en las rondas previas, pero había sufrido una lesión de tendón de corva y no estaba en su mejor momento. Transcurridos 120 minutos, el marcador estaba 0 a 0;
de tal manera que por primera vez se decidía una final mundialista con tiros desde el punto penal. El brasileño Marcio Santos erró el tiro al igual que los italianos Baresi y Massaro. Luego llegó la oportunidad de que Baggio igualara el marcador, pero su disparo se elevó por encima del arco de Taffarel y Brasil se convirtió en campeón mundial por cuarta vez.

1990 Italia

El interior de las tríadas del “Etrusco” estaba decorado con la figura de un león etrusco. De nuevo, el balón había sido elaborado totalmente con fibras sintéticas, incluida una capa de látex para darle estabilidad y resistencia a las rasgaduras, una de neopreno para impermeabilizarlo y un recubrimiento externo de poliuretano para reducir la fricción y darle un buen rebote.
Argentina y la RF de Alemania se volvían a dar cita, por segunda vez, en una final.
El único gol del partido, sin mucha acción deportiva, se produjo por un tiro penal en el minuto 85 después de que Völler hubiese sido derribado en el área de castigo. El fulminante disparo de Brehme fue la salvación de los alemanes.
Se expulsó a dos jugadores argentinos; el primero, Monzón por cometer una infracción contra Klinsmann en el minuto 87 y Dezotti que recibió una tarjeta roja en el forcejeo por el balón con Kohler, quien, según este jugador, trataba de perder tiempo. Franz Beckenbauer se convirtió en el segundo hombre en ganar una Copa Mundial, primero como jugador y luego como entrenador.

1986 México

El “Azteca” fue un modelo completamente nuevo hecho de materiales sintéticos en capas, cada una con propiedades diferentes para hacer más resistente el balón, ayudarle a conservar su forma y hacerlo completamente impermeable. También fue el primer balón en exhibir un modelo único de la Copa Mundial de la FIFA y la decoración de las tríadas estaba inspirada en un mural azteca.
La final fue disputada por la aguerrida escuadra de la RF de Alemania dirigida por su antiguo capitán, Franz Beckenbauer, y la virtuosa escuadra argentina.
En el segundo tiempo, Argentina lideraba el marcador 2 a 0 y la victoria parecía estar a la vuelta de la esquina. No obstante, la determinación de Alemania finalmente se impuso –no era la primera vez que sucedía en una contienda mundialista– y en el minuto 82 Alemania ya empataba el partido.
Urgida por la multitud, Argentina se lanzó al ataque. Su capitán, Maradona, sirvió un pase impecable a Burruchaga quien disparó certero burlando a Schumacher y clausurando el marcador final con un 3 a 2.
Maradona no anotó en la final, pero no cabía duda de quién había heredado el título del mejor jugador del mundo.

1982 España

El balón “Tango España”, diseñado para España 1982, fue la primera pelota hecha de una mezcla de cuero y material sintético. El balón tenía un recubrimiento de poliuretano para ofrecer una impermeabilización más eficiente.
Nadie pudo acusar a Italia de recurrir a su tradicional táctica defensiva en la final contra la República Federal de Alemania. A pesar de que contaban con uno de los mejores porteros del mundo, Dino Zoff, que por aquel entonces tenía 40 años, fueron sus ataques constantes los que truncaron las aspiraciones de los alemanes.
En el minuto 59, Italia tomó la delantera gracias a un pase de Gentile que sirvió un afortunado cabezazo de Paolo Rossi, quien había anotado ya cinco goles en los dos partidos anteriores. Italia venció 3 a 1 e ¡incluso perdió la oportunidad de convertir un penal!

1978 Argentina

A estas alturas, adidas ya estaba muy bien entrenada en la tarea de escoger los nombres más apropiados para los anfitriones. "Tango" se llamó el balón utilizado en Argentina en 1978. Fue el primer balón en exhibir la marca adidas y su diseño mostraba triángulos interconectados de puntas curvas llamados tríadas.
El equipo anfitrión llegó con cinco minutos de retraso a la cancha para disputar la final en Buenos Aires. Esto indignó a los neerlandeses quienes abandonaron su “fútbol total" y adoptaron un juego más agresivo al que respondió Argentina.
La diferencia la marcó el control del balón del que hizo gala Kempes. Su segundo gol fue el mejor: lo marcó en la prórroga al lograr escurrirse entre dos defensas y el guardameta, esquivar dos defensas más en la zona de contención y finalmente anidar el balón entre las redes del arco. Luque marcó el último gol y dejó el marcador final 3 a 1.
El mundo entero estaba con los neerlandeses que habían perdido por segunda vez consecutiva la gran final, pero fueron los argentinos quienes elevaron la copa bajo una lluvia albiceleste de papel picado.

1974 RF de Alemania

En la Copa Mundial de 1974 disputada en la República Federal de Alemania se utilizó un diseño similar llamado “Telstar Durlast”.
En la final, los anfitriones se enfrentaron a la escuadra más talentosa del mundo, los Países Bajos. El gran Johan Cruyff inició el juego con una sensacional gambeta de un extremo a otro de la cancha sin que ningún alemán tocara el balón hasta que Hoeness frenó su impulso.
Después de haber convertido el tiro penal que ocasionó la falta, los neerlandeses, tal vez impulsados por una súbita confianza, se lanzaron tras el balón ante unos alemanes atónitos. Pero de repente, se concedió un tiro penal en su contra en el momento en que Jansen interceptó a Breitner para poner el marcador 1 a 1. Los dos equipos se lanzaron entonces a un ataque implacable del arco contrario hasta poco antes de finalizar el primer tiempo, cuando Bonhof se descolgó por el flanco y la sirvió a Müller para que sellara el partido con el gol internacional nº 68 de su carrera, permitiendo así a otro de los grandes de Alemania, Franz Beckenbauer, elevar el trofeo mundialista en la tercera tentativa.

1970 México

México vio los albores de una nueva era en la que adidas comenzó su larga trayectoria de colaboración con la FIFA suministrando los balones de todos sus campeonatos. También fue la primera vez que un balón recibió un nombre exclusivo de la Copa Mundial de la FIFA acorde con los tiempos. “Telstar” era un pequeño satélite esférico lanzado al espacio desde la Florida en 1962. Este, probablemente, se convirtió en el satélite más famoso de todos los tiempos, en parte gracias a la pieza instrumental de pop del mismo nombre que la agrupación los Tornados convirtió en un éxito mundial. El balón, una esfera de 32 piezas hecha de hexágonos blancos y pentágonos negros, se parecía mucho al satélite que tenía un fondo claro cubierto de piezas oscuras. Han sido muchos los diseños que han seguido a "Telstar"; no obstante, éste se ha convertido en el prototipo utilizado por artistas, diseñadores gráficos y caricaturistas cuando desean ilustrar un balón de fútbol. La compañía adidas produjo tan sólo 20 balones para el campeonato y vendió cerca de 600,000 piezas y réplicas después de este Mundial.
En la final entre Brasil e Italia se vivió un duelo de ataque y defensa. Brasil abrió el marcador al elevarse Pelé sobre la defensa marcando con un mítico cabezazo. Un taquito involuntario de Clodoaldo hizo que Italia volviera a albergar esperanzas, pero poco después Gerson puso el marcador 2 a 1 mediante un disparo a ras de suelo. Jairzinho, el único jugador que logró anotar en todas las rondas del campeonato, logró anidar la pelota en las redes del arco al convertir el tercero, y el capitán Carlos Alberto cerró el marcador con una gambeta espectacular y el cuarto gol.
Al ganar su tercera final, Brasil tuvo derecho a proclamar el Trofeo Jules Rimet como suyo.

1966 Inglaterra

La Copa Mundial de la FIFA de 1966 se celebró en Inglaterra y la FA convocó a los mejores fabricantes para que suministraran cada uno un balón sin marcas, de entre los cuales se haría la selección final.
Slazenger, un fabricante deportivo de Dewsbury en Yorkshire formó parte del selecto grupo de los elegidos. Se decidió que Malcolm Wainwright, quien en aquel entonces tenía 32 años, había hecho balones desde los 15 años y era considerado el mejor artesano de la compañía, fabricaría el balón de muestra. “Hice un total de 20 balones”, recuerda, y añade: “Eran balones de 24 piezas, lo cual significaba que había seis piezas hechas de tres bandas largas de cuero, pero las piezas centrales de estas tres bandas tenían una costura adicional en el ángulo derecho para darle más firmeza al balón. Me pidieron que lo hiciera con especial cuidado.
Verificaron el peso, pero el jefe también revisó como se veían. Con una simple mirada y su experiencia, podía decir si la forma era completamente redonda y si las costuras eran perfectas. Finalmente, escogió la mejor y la envió a Londres”.
Los balones fueron colocados en una mesa en la sede de la FA en Londres. Ninguno tenía marcas; sólo estaban numerados y fueron examinados por expertos para verificar su circunferencia, pérdida de presión, peso, rebote y demás características. Afortunadamente para Slazenger, su balón fue escogido.
Se encomendó a Wainwright y a otros siete expertos el cosido de 300 balones, los necesarios para la Copa Mundial de la FIFA 1966. Cada uno llevaría el nombre del artesano en la parte interior del balón. Esto era una costumbre entre estos profesionales, porque antes de hacer la última costura, cada balón se enviaba a un especialista que se encargaba de introducir la vejiga. Luego, el balón era devuelto al mismo profesional para que realizara la costura final. Algo muy importante dado que estos artesanos eran pagados por pieza.
El balón utilizado en la final en la que Inglaterra doblegó a la República Federal de Alemania 4 a 2 en 1966 estuvo extraviado por muchos años. Debía haber sido entregado a Geoff Hurst, el único hombre que ha marcado una tríada de goles en una final de la Copa Mundial de la FIFA, pero terminó en manos del jugador alemán Helmut Haller y se convirtió en el balón con el que aparentemente su hijo jugó durante muchos años en el jardín trasero de la casa. El balón se encuentra ahora en el Museo Nacional de Fútbol de Preston en el Reino Unido y la única manera de saber quién fue el fabricante del balón sería deshacer una costura y echar un vistazo al nombre inscrito adentro... ¡una idea tentadora!

1962 Chile

Los balones utilizados en Chile 1962 no correspondieron a los estándares europeos. Se produjeron quejas porque al llover los balones absorbían grandes cantidades de agua y al sol perdían su color. De hecho, antes del saque de salida del primer partido disputado entre Chile y Suiza, el árbitro, Ken Aston de Inglaterra, quiso examinar los cinco balones que se iban a utilizar en el partido. Lo impresionó tanto su lamentable y peligroso estado que solicitó un nuevo balón que sólo llegó diez minutos después de haberse iniciado el segundo tiempo. Por esta razón, se utilizaron rápidamente varios balones europeos como sustitutos de las marcas locales para muchos de los partidos restantes.
En la final, se enfrentaron en Santiago los campeones brasileños con la revelación del torneo, el equipo de Checoslovaquia. Los checoslovacos anotaron primero. Se suponía que eran fuertes en la defensa, pero en este partido, el guardameta Schroif falló, permitiendo las anotaciones de los brasileños. En el primero, permitió que Amarildo marcara colocando el balón entre él y el poste desde un ángulo aparentemente imposible de convertir, luego el segundo, un cabezazo de Zito, lo sorprendió fuera de lugar, y para concluir cometió un error y dejó resbalar un cruce de Djalma Santos y Vava no perdió la oportunidad de anidar el balón en las redes para sellar una victoria por 3 a 1.

1958 Suecia

El jugador francés Just Fontaine marcó 13 goles en la competición final, un récord que permanece imbatido. No obstante, fueron los brasileños y los anfitriones suecos quienes disputaron la final en Estocolmo.
Sorpresivamente, Suecia marcó primero, pero Garrincha regateó y milagrosamente burló dos defensas, disparó el balón de nuevo a Vava quien finalmente convirtió. Veinte minutos después Vava volvió a anotar. Pelé, con escasos 17 años, anotó el tercero atrapando el balón con el muslo, enganchándolo sobre la cabeza y girando en volea sobre Svensson. Volvió a la carga por el segundo y se elevó sobre la defensa para convertir un majestuoso cabezazo. Brasil se impuso 5 a 2 e inició el camino que lo convertiría en el mejor equipo de fútbol del mundo con el hombre que llegó a convertirse en el mejor futbolista de todos los tiempos. El balón de 18 piezas fue diseñado con costuras en zigzag para reducir su tensión.

1954 Suiza

En ocho minutos Hungría lideraba por dos goles en la final de Berna, pero sorprendentemente, Alemania Occidental empató en otros ocho minutos. Un fuerte aguacero caló hasta los huesos tanto a los jugadores como a los espectadores en el estadio. No obstante, el portero alemán Turek era un roble y logró frenar uno tras otro los disparos sobre el resbaladizo terreno de juego.
Faltando cinco minutos para finalizar la contienda, Schaefer logró burlar la asediada antesala del arco y la pelota llegó hasta Rahn, quien la controló, avanzó, pareció frenar y luego logró proyectarla hasta detrás del portero Grosics con un zurdazo.
Quizá si Puskas, su gran artillero zurdo, hubiese estado en forma, Hungría hubiera ganado el duelo. Los mágicos magiares solamente perdieron un partido entre 1950 y 1956 y fue precisamente el partido más importante. Un balón de 18 piezas similar al que se ilustra a la izquierda hizo su primera aparición entonces y siguió usándose hasta 1966 con algunas variaciones.

1950 Brasil

En la primera contienda mundial de la posguerra disputada en Brasil en 1950 todavía se utilizó el balón de 12 piezas, pero con puntas ligeramente curvadas para suavizar las costuras. Una vez más, el balón utilizado en la competición fue obra de un fabricante local.
Esta es la pelota que se utilizó en el legendario partido de Belo Horizonte, en el que las estrellas inglesas se enfrentaron a los estadounidenses. Por aquellos días, el balompié era un deporte de minorías en Estados Unidos y cuando inesperadamente los estadounidenses derrotaron a los ingleses 1 a 0, el mundo futbolístico quedó pasmado.
Fue tal el impacto del acontecimiento, que el balón se convirtió en un recuerdo y ahora puede admirarse en el Salón de la Fama del Fútbol en Oneonta, Estado de Nueva York, Estados Unidos. En la final, los anfitriones brasileños quedaron devastados al ser derrotados por sus rivales uruguayos por un marcador de 2 a 1.

1938 Francia

Los campeones de entonces se enfrentaron a los fabulosos húngaros en la final disputada en París.
Los italianos derrocharon dinamismo sobre la cancha y usaron nuevas tácticas que hicieron parecer estáticos a los húngaros. No obstante, la selección magiar logró anotar dos goles. Algunas jugadas brillantes en el medio campo y en los flancos hicieron que Italia liderara con un 3 a 2 el marcador; faltando diez minutos para finalizar, después de algunos acertados pases, Biavati devolvió de taquito un pase al centrodelantero Piola, quien hizo un disparo fulminante para dejar el marcador final en un 4 a 2.
Un año más tarde, Francia estaba en guerra y sólo se volvió a disputar una justa mundialista doce años después. Como en las dos finales previas, el balón de 12 piezas fue suministrado por un fabricante local y era de cuero marrón.

Italia 1934

La segunda final de la Copa Mundial de la FIFA enfrentó a los anfitriones italianos contra Checoslovaquia. Faltando ocho minutos para finalizar el partido, cuando los checoslovacos dominaban el marcador 1 a 0, el italiano Orsi recibió un pase de Guaita, rompió la defensa checa, hizo una finta con la pierna izquierda, pero disparó con la derecha. Impredeciblemente, el balón viró por alguna razón y se proyectó en curva sobre la figura extendida del guardameta y anidó entre las redes. Italia volvió a convertir en el tiempo de compensación y se apoderó de la victoria.
Al día siguiente, Orsi trató de repetir su hazaña 20 veces, con el balón en parabólica para complacer a los fotógrafos y ¡no lo logró ni con la portería vacía!
El balón debió ser similar al que se ilustra aquí, y es posible que se hayaaveriado ligeramente hacia el final del partido, razón por la cual tal vez se produjo el milagroso viraje y no exactamente gracias a la destreza futbolística de Orsi...

Uruguay 1930

El balón de 1930 debía ser una composición de 12 piezas, similar a la que se ilustra a la izquierda pero, de hecho, se utilizaron dos balones distintos en la final. Esto supuso un duelo entre los anfitriones uruguayos y los argentinos. Se discutió encarnizadamente acerca de cuál debía ser el balón que debía utilizarse, si el uruguayo o el argentino. El balón de los anfitriones supuestamente era un poco más grande que el de los argentinos; sin embargo, si se tiene en cuenta que la circunferencia del balón exigida siempre había estado entre los 68 y los 70 cm, la diferencia debía ser mínima. Finalmente, la única manera de dirimir el conflicto fue permitir que los equipos acordaran utilizar la pelota argentina en el primer tiempo y la pelota uruguaya en el segundo tiempo. Basta añadir que al final del primer tiempo Argentina lideraba 2 a 0 y Uruguay terminó ganando la contienda ¡4 a 2!

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